Jéssica Murillo Ávila
Hoy es el
Día Internacional de la mujer. Durante la jornada de hoy muchas personas se
apresuran a enviar mensajes de felicitaciones para las mujeres. ¿Por qué? ¿Por
ser mujer? Hoy no es un día de celebración, ni mucho menos de felicitación. Lo
es de conmemoración y reivindicación. No celebramos ser mujeres, no somos
mejores ni peores que los hombres como para tener un día en el que tengan que
felicitarnos por nuestro sexo femenino. Entonces, ¿qué conmemoramos? La lucha
de los Derechos Humanos de las mujeres y la reivindicación de una igualdad
real.
El origen del día de la mujer tiene muchas interpretaciones.
Algunas personas, lo remontan al 8 de marzo de 1857, cuando un grupo de obreras
textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York para protestar
por las míseras condiciones en las que trabajaban. Distintos movimientos se
sucedieron a partir de esa fecha. El 5 de marzo de 1908, también en Nueva York,
un grupo de mujeres que trabajaban en la fábrica de Sirtwoot Cotton,
organizaron una huelga para reivindicar la igualdad salarial, la disminución de
la jornada laboral a 10 horas y un tiempo para poder dar de mamar a sus hijos e
hijas. El dueño no aceptó la huelga y las obreras ocuparon la fábrica. El jefe
cerró las puertas y prendió fuego muriendo abrasadas las 129 trabajadoras que
había dentro.
Estas
historias no son del todo ciertas en cuanto a fechas y lugares. Como es
habitual, durante mucho tiempo la memoria de las mujeres ha sido silenciada.
Fruto de ello, las referencias sobre el origen de la celebración del 8 de marzo
están equivocadas debido a la manipulación de querer ocultar la verdadera
procedencia de esta conmemoración. En relación al incendio, basta con mirar el
calendario para darse cuenta que el 8 de marzo de 1908 era domingo, un día nada
apropiado para declararse en huelga. Sí que hubo un incendio, pero fue el 25 de
marzo de 1911, seis días después de la primera celebración del Día
Internacional de la Mujer. El fuego se produjo en la fábrica de Triangle
Shirtwaist Company (EE.UU). En ella murieron muchas mujeres, la mayoría chicas
inmigrantes de entre 17 y 24 años. Fue la primera huelga llevada exclusivamente
por mujeres en demanda de mejoras laborales, hecho que fue recordado en
celebraciones posteriores.
En cuanto a
la manifestación, no fue en marzo de 1857, sino el 27 de septiembre de 1909
cuando los empleados y empleadas del textil hicieron una huelga de trece
semanas (hasta el 15 de febrero de 1910) en la que se reivindicaban mejoras
laborales. Algunas historiadoras como Liliane Kandel y François Picq afirman
que el mito de la manifestación en el año 1857 fue creado en 1955 para eliminar
el carácter comunista que más tarde adquiriría el Día Internacional de la
Mujer.
El verdadero
origen de este día, se remonta a agosto de 1910, durante la Segunda Conferencia
Internacional de Mujeres Trabajadoras celebrada en Copenhague (Dinamarca). La
propuesta vino de la mano de Clara Zetkin, líder del movimiento alemán de
mujeres socialistas. Zatkin se inspiró en el “Women’s Day” que las mujeres
estadounidenses celebraban el último domingo de febrero desde 1908 y cuya
finalidad era la reivindicación del derecho al voto para las mujeres (hasta el
1920 no fue otorgado a las mujeres este derecho). Más de cien mujeres aprobaron
declarar el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El
objetivo era promover la lucha por el derecho al voto femenino, sin ningún tipo
de restricción basada en el nivel de riqueza, propiedades o educación. También
el derecho a ocupar cargos públicos, a trabajar, a la enseñanza vocacional y el
fin de la discriminación en el trabajo. A partir de entonces, se colocó en la
agenda internacional los derechos de las mujeres trabajadoras.
Actualmente,
hablamos del Día Internacional de la Mujer para rendir homenaje a todas ellas y
seguir reivindicando una igualdad realmente hombres y mujeres. Aun queda mucho
por conseguir. Hoy recordamos el largo camino que han hecho nuestras
antepasadas por la lucha de los derechos en igualdad, y el que nos queda por
andar a todos y a todas. Aun hoy, 603 millones de mujeres viven en países donde
la violencia contra ellas no se considera delito. Más del 70% de las mujeres de
todo el mundo han sufrido una experiencia física o sexual violenta, el 50% se
cometen contra niñas menores de 16 años. Además, más de 60 millones de niñas de
todo el mundo están casadas antes de los 18 años. Las mujeres y las niñas
componen el 80% de las 800.000 personas que cada año son víctimas de trata, el
70% de ellas, con fines de explotación sexual. Asimismo, 140 millones de
mujeres y niñas de todo el mundo han sido víctimas de la mutilación genital
femenina. Mientras haya mujeres violadas, mutiladas, explotadas, traficadas,
asesinadas o maltratadas por sus parejas, discriminadas y tratadas como
inferiores, que cobran menos por igual trabajo, que son invisibles en la
historia y en el lenguaje… el 8 de marzo seguirá siendo un día de lucha y toma
de conciencia, no de celebraciones. Hoy no felicites a las mujeres, ¡¡Defiende
sus derechos!!
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