miércoles, 24 de septiembre de 2014

44 Aniversario del asesinato del Mártir y Héroe de la Patria Amín Abel Hasbún


Amín Abel Hasbún

Amín Abel Hasbún (12 de octubre de 1942 - 24 de septiembre de 1970) fue un ingeniero y activista político dominicano de origen árabe palestino.

Biografía

Era hijo de Mahoma Abel y Liliana Hasbún. Realizó sus estudios secundarios en el Colegio de La Salle en Santo Domingo, graduándose de Bachiller en ciencias físicas y matemáticas en 1958 siendo el único estudiante de su promoción en obtener el título distintivo de Alumno Eminente.
Estudió en la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, obteniendo en 1966 el título de ingeniero civil Summa Cum Laude. La Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Autónoma de Santo Domingo lleva su nombre.

Carrera política

Se inició en la lucha política en 1960, en labores clandestinas contra el régimen de Trujillo. Participó luego en las movilizaciones callejeras en los meses de julio, agosto y septiembre de 1961.
De 1961, a raíz de la muerte de Trujillo, ingresó oficialmente en el movimiento revolucionario "14 de junio". Se unió a las movilizaciones estudiantiles en la Universidad de Santo Domingo en el mes de octubre del mismo año y que culminaron con una verdadera masacre escenificada en la calle Espaillat, el día 20 del mismo mes.
Estuvo presente en las luchas que desarrollaron los estudiantes universitarios para obtener la Ley de Autonomía en los meses de diciembre de 1961 y de enero de 1962.
El mismo día del golpe de Estado en 1963, que derrocó el gobierno constitucional del profesor Juan Bosch, fue apresado por las fuerzas policiales. Se escapó del palacio policial. Posteriormente participó en las actividades de apoyo urbano a las guerrillas, organizadas en 1963 por el movimiento "14 de junio", y que encabezó Manolo Tavares Justo.
En 1964 fue elegido secretario general de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED) y delegado estudiantil al Consejo Universitario. En el mes de febrero viajó a Hungría en representación de la FED para participar en un congreso organizado por la Unión Internacional de Estudiantes (UIE).
A su regreso, dirigió la lucha de la FED contra el examen de admisión establecido por el Consejo Universitario que encabezaba el ingeniero José Ramón Báez López-Penha. Con el argumento de que el referido examen era un paso para crear una "universidad de élite", Amín Abel participó en el boicot planeado por la FED, siendo expulsado temporalmente de la Universidad junto a otros dirigentes estudiantiles. A pesar de ello, el líder estudiantil continuó encabezando a los estudiantes universitarios, siendo apresado nuevamente en un acto programado por el "14 de junio" en el primer aniversario del golpe de Estado de 1963.
En diciembre de 1963, se integró a la huelga de hambre que declaró la FED contra las medidas tomadas por el Consejo Universitario contra ese sindicato estudiantil.
A principios de 1965, Amín Abel Hasbún es expulsado, junto a otros líderes de la FED, por insistir en colocar una tarja en la Facultad de Derecho de la Universidad de Santo Domingo en homenaje al también dirigente estudiantil y miembro del "14 de junio" Luis Ibarra Ríos, caído en las operaciones guerrilleras de diciembre de 1963.
Resultó reelegido secretario general de esa organización ese mismo año. Contrajo matrimonio el 24 de abril de 1965; pero al enterarse de que ese mismo día había estallado una insurrección contra el Triunvirato, que culminó con la intervención norteamericana del 28, se trasladó a la capital para integrarse a la lucha armada. Combatió desde el día 26 en las calles de Santo Domingo. A principio de mayo prestó servicios en la zona norte de la capital donde la lucha era más intensa. Allí se integró a un comando dirigido por el movimiento revolucionario "14 de junio". Al ser ocupada la zona norte por las tropas opuestas a la Revolución, se trasladó al sector de la capital conocido como Ciudad Nueva, donde trabajó, junto a militares constitucionales y otros dirigentes políticos, en la formación de la Academia de Instrucción Político-Militar "24 de Abril".
Al terminar la guerra, pasó de dirigente de la Juventud Estudiantil del "14 de junio" a miembro de la comisión preparatoria del Congreso de ese Partido. En dicho congreso celebrado en 1966, fue elegido miembro del Comité Central ocupando la Secretaría de finanzas de esa organización.
En diciembre de 1966 pasó a formar parte del movimiento Popular Dominicano (MPD), donde trabajó en el aparato urbano y posteriormente en el rural .
Mientras se encontraba realizando labores de agitación y organización entre los campesinos de la Sección Arenoso, de San Francisco de Macorís, fue hecho prisionero por efectivos militares el 15 de febrero de 1968. Salió en libertad en el mes de junio de ese año.
Mientras estaba en la cárcel, escribió, junto a su compañero de militancia política Rafael Taveras Rosario (Fafa), una serie de artículos sobre problemas históricos. Al salir de la prisión se reintegró a sus funciones como dirigente del MPD, desplazándose a la zona sur del país.
Después de participar como orientador en la fundación del grupo estudiantil "Flavio Suero" de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Amín Abel se ubicó en la región Este del país, intentando trabajar políticamente entre los obreros azucareros. En esa época, volvió a ser perseguido por fuerzas policiales y militares, acusado de participar en el secuestro del coronel norteamericano Donald J. Crowley, ocurrido en 1970. Tanto él como su partido y familiares negaron reiteradamente la acusación, Amín Abel decidió retirarse de la vida común y pasar a la clandestinidad.

Asesinato

El jueves 24 de septiembre de 1970, fue asesinado por agentes del Servicio Secreto de la Policía Nacional Dominicana de un tiro en la cabeza con una pistola calibre 45. Se encontraba en la casa con su esposa, Mirna Santos, que estaba embarazada, y su hijo de dos años de edad. Su cadáver fue velado en la explanada frontal de la Facultad de Ingeniería de la UASD.
El raso López Acosta fue condenado a cinco años de prisión, siendo libertado al cumplir la mitad de la condena.
Al otro día de su muerte, el Consejo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo lo declaró "Hijo Ejemplar del Alma Mater". En su comunicado, el Consejo Universitario afirmó que "Amín Abel fue un ejemplar estudiante universitario, graduado Summa Cum Laude en la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la UASD".

América Latina busca su camino

Considerado como uno de los políticos marxistas de más sólida formación teórica, Amín Abel Hasbún dejó inconcluso su libro "América Latina busca su camino". Fue publicado, en el nivel de elaboración en que se encontraba, en noviembre de 1972.
En ese libro, el dirigente político insistía en que "Latinoamérica y cada país en particular tiene que elaborar su propia línea política revolucionaria, aplicando creadoramente a su historia y a su realidad la verdad universal del marxismo-leninismo".
Insistió en la necesidad de aprender de las experiencias internacionales; pero siempre con miras a "construir nuestro propio camino". Caracterizó la situación del movimiento revolucionario latinoamericano de su época de la siguiente manera, "Nos encontramos en el momento de la búsqueda y la investigación de nuestra realidad, aplicando a ésta la verdad universal del marxismo–leninismo".
Su libro quedo trunco en el capítulo en que Amín Abel Hasbún analizaba las experiencias de la revolución de Abril y la intervención militar norteamericana de 1965.

Crimen contra Amín Abel Hasbún
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La muerte del ingeniero Amín Abel Hasbum, el 24 de septiembre de 1970, fue un crimen que estremeció la sensibilidad del pueblo dominicano y provocó que el Dr. Joaquín Balaguer, cuyo  gobierno fue responsable directo, se viera en la obligación de “exigir” una investigación para el esclarecimiento del mismo. Una farsa que no pudo impedir que una parte de la verdad saliera a flote. Como lo demuestra el expediente que a continuación publicamos, todos los detalles del espeluznante asesinato fueron desvelados, mas no así la responsabilidad directa del Ejecutivo, ni la participación de manos extrañas, allende los mares, en todo lo que aconteció en aquellos meses. Los investigadores se cuidaron de no preguntar más allá de lo recomendado, temerosos de que en cada respuesta fueran saliendo los responsables intelectuales del crimen del Día de Las Mercedes.
El expediente preparado por la Procuraduría General de la República, firmado por el doctor  Marino R. Ariza Hernández,  deja establecidos detalles hasta ahora desconocidos por la generalidad de los dominicanos, muestra palpable de la forma en que el gobierno del doctor Joaquín Balaguer aniquiló lo más preciado de la generación que lo enfrentó durante sus doce años de gobierno. (El expediente original de la Procuraduría de la República reposa en el Fondo Presidencia del Archivo General de la Nación, Leg. . 7565, Exp. 28, It 3107565. Para esta nota fueron utilizadas las colecciones de periódicos El Nacional y Última Hora;  documentos del archivo personal de Rafael (Cucuyo) Báez Pérez, depositados en el AGN, y el libro “He aquí la Izquierda” de la autoría de Rafael Chaljub Mejía).
La situación política después de la guerra civil
Finalizada la guerra civil de Abril de 1965, luego de la firma del Acta institucional y el Acta de Reconciliación que llevó a la presidencia provisional al doctor Héctor García Godoy, los Estados Unidos iniciaron los preparativos para la desocupación militar de la República Dominicana. El gobierno provisional comenzó de inmediato los preparativos para las elecciones generales, que fueron celebradas el 10 de junio y en la que salió triunfante, de manera dudosa, el Partido Reformista y electo el doctor Joaquín Balaguer, quien ocupó la presidencia en la primera semana de julio de 1966 dando inicio al período de los 12 Años de Balaguer (1966-1978).
Antecedentes políticos
La situación política era sumamente tensa, y mientras las tropas norteamericanas abandonaban el país, el gobierno de Balaguer se preparó para gobernar apoyado en una política de contrainsurgencia que privilegiaba la represión política y el crimen selectivo por encima de los principios democráticos y el respeto de los derechos ciudadanos.
Para muchos de los que participaron en la Revolución de Abril la guerra no había terminado. Una parte de la izquierda no tuvo la capacidad para entender  la nueva situación y pensó que era posible pasar a una segunda etapa del enfrentamiento cívico-militar y lograr lo que en varios meses de lucha armada no se había obtenido: la vuelta a la constitucionalidad sin elecciones, y para los radicales, el triunfo de la revolución y la formación de un gobierno popular y revolucionario semejante al que desde Cuba, encabezaba Fidel Castro.  Para ese fin, muchas de las organizaciones de izquierda prefirieron esconder las armas de sus “comandos”, antes que entregarlas como había sido pactado, a la espera de la nueva oportunidad.
La política de contrainsurgencia del régimen desató la persecución, encarcelamiento y el asesinato de los combatientes de Abril más destacados. En los pueblos, los que habían regresados y recibidos como héroes, comenzaron a vivir en la clandestinidad. Antes los asesinatos a mansalva, muchos prefirieron salir hacia el extranjero, para evitar morir a manos de organizaciones paramilitares que actuaban amparadas por el gobierno.
Mientras tanto, las organizaciones de izquierda eran estremecidas por las luchas internas, que trajeron rápidamente la división y multiplicación de las mismas. Surgieron nuevas agrupaciones como el Partido Comunista de la Republica Dominicana, mejor conocido como PACOREDO, la Línea Roja del 14 de Junio, Voz Proletaria, el Partido Comunista Dominicano, y grupúsculos que surgían y desaparecían de la noche a la mañana, a la vez que otras se fortalecían con el trasiego de la militancia de unas hacia otras, como fue el caso del Movimiento Popular Dominicana, al que ingreso una parte importante del otrora poderoso Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1J4). Esto fue acompañado de iniciativas de definición ideológica, construcción de estrategias para la guerra, la formación del “verdadero partido comunista”, enfrentamientos en discusiones sin sentido centradas en la representatividad de los países con regímenes comunistas.
Fue en ese marco, que el Movimiento Popular Dominicano (MPD) y otras agrupaciones comenzaron a definir el enfrentamiento contra el gobierno de Balaguer: el Catorce de Junio envió a muchos de sus cuadros para prepararse militarmente para la guerra y dio pasos para que sus cuadros comenzaran a penetrar en la zona rural del país, para repetir la táctica guerrillera de Mao Tse Tung del “campo que rodea la ciudad”. Un poco parecido también actuó el MPD, al decidir infiltrar a varios de sus dirigentes en la zona rural, apoyado en la táctica político-militar de “lo mejor al campo”, lo que aconteció en 1967, al mismo tiempo que daba paso para sacar a un selecto grupo para adiestrarse fuera del país en la guerra de guerrilla y a tomar cursos de formación política. En ese apresto fueron detenidos en el aeropuerto de Punta Caucedo, como se llamaba al Aeropuerto de las Américas, el dirigente Henry Segarra Santos y el adolescente Jorgito Puello, hijo del dirigente del MPD Jorge Puello Soriano, mejor conocido como El Men.
El MPD entre la represión y los errores políticos
Un duro golpe sufrió el MPD con la muerte del abogado Guido Gil, 17 enero 1967. Este “cuadro” del MPD había participado en la  Conferencia Tricontinental en Cuba y a la hora de su desaparición, era asesor del Sindicato Unido del Central Romana; pero esto no amedrentó su organización, que por el contrario insistió en las definiciones y buscaba la forma de evitar que sus dirigentes fueran apresados o asesinados. Para la lucha guerrillera en la zona rural se acuñó la consigna de “Lo mejor al Campo”, estableciendo las famosas “Tumbas vivas”, tenidas como lugares estratégicos en que los responsables de la guerrilla estarían escondidos o “sepultados”, de donde salían solo para preparar a los campesinos para organizar la guerrilla.
17 enero 1968 el MPD celebró la  “Conferencia Nacional de Cuadros Profesionales Guido Gil” en la que trató de trazar las líneas para impulsar la lucha contra el gobierno de Balaguer, consolidándose en la misma las posiciones militaristas, además de tratar de evitar las “desviaciones ideológicas” del MPD. La Conferencia decidió impulsar la lucha armada en la zona urbana organizando núcleos armados, que incluían ex combatientes de la revolución de Abril, con  integrantes de diversas procedencias sociales. Estos agrupamientos luego serian conocidos como CRC o los Comandos Clandestinos Revolucionarios. A la zona rural fueron enviados cuadros  para organizar la guerrilla.
A finales de 1968 el MPD, bajo la dirección de Maximiliano Gómez y Otto Morales, seguía buscando los correctivos para impulsar su propuesta revolucionaria. Con ese propósito organizaron la “Conferencia Nacional de Cuadros Hilda Gautreaux”, la que consolidó el prestigio del Moreno como principal líder del MPD. La “Hilda Gautreaux”, como se le llamaba a la nueva táctica militarista, puso en primer plano la conspiración en los cuarteles militares, mantuvo niveles de organización de la guerrilla campesina y pasó a formar en la zona urbana a los CRC; además de romper con el “seguidismo internacional”, propiciando como centro de su táctica “golpe de Estado revolucionario”.  Este golpe de Estado para derrocar a Balaguer,  descansaría en la unidad de todas las fuerzas nacionales, incluyendo a la derecha recalcitrante, como fue el caso del Partido Quisqueyano Demócrata de Elías Wessin y Wessin, el coronel que  durante la revolución de Abril se convirtió en el símbolo de la contrarrevolución y principal militar responsable del genocidio civil en aquella guerra de 1965. A partir de ese momento, toda la fuerza del MPD se concentró en hacer contactos con militares activos y con los partidos que deberían formar parte del esfuerzo anti-balaguerista. Con esta propuesta política el MPD se convirtió en el partido de izquierda de más incidencia en la población, mientras que el PCD buscaba la fórmula electoral tratando de unificar al PRD con Francisco Caamaño Deñó, que para entonces se encontraba en Cuba en gestiones libertarias, acompañado de nutridos grupos de ex combatientes de Abril, principalmente de miembros de la organización 14 de Junio.
La represión se acrecentó contra el MPD a finales de 1969 llevando a varios de sus principales dirigentes a las cárceles, y el  14 de enero de 1970 fue apresado Maximiliano Gómez (El Moreno), máximo líder del MPD, lo que estremeció su estructura organizativa y asestó un duro golpe a la política de  golpe de Estado y todos los planes que desarrollaba el MPD, que en esos días perseguía el desplazamiento de Balaguer  tratando de impedir la celebración de las elecciones generales para establecer un gobierno revolucionario. Cada cierto tiempo se escuchaba el rumor de que en cualquier momento Balaguer era o ya había sido derrocado por las fuerzas que discutían la forma del famoso “golpe de Estado revolucionario”.  El  26 de febrero de 1970, al caer la tarde, corrió el rumor de que ese día se había ejecutado el “golpe de Estado” esperado; pero todo era mentira, incrementándose la represión, el crimen a diario, los allanamientos, la militarización del país y el  incremento de las protestas populares.
El secuestro de Donald J. Crowley
Mientras tanto, el  MPD seguía buscado la fórmula  para sacar a su máximo líder  de la cárcel de La Victoria, donde se encontraba junto a decenas de dirigentes y miembros de su organización y de otros partidos de izquierda. La manera de proceder para liberar al Moreno, fue secuestrar a un agregado militar de la Embajada Norteamericana, coronel Donald J. Crowley, quien residía en el país desde 1968.
El coronel Crowley fue secuestrado el 24 de marzo de 1970 por un llamado “Comando Unitario Antirreleccionista”, que exigió a cambio de su liberación la libertad de 20 prisioneros políticos de izquierda. La  Comisión mediadora para poner fin al secuestro de Crowley estuvo integrada por Monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito, obispo de Santo Domingo, el rector de la UASD, doctor Rafael Kasse Acta y el presidente de la Asociación Dominicana de Abogado, doctor Bienvenido Mejía  Mejía.
La Comisión actuaba buscando una salida conveniente que evitara el derramamiento de sangre, y el MPD se movía intentando aplicar su táctica de golpe de Estado y una dudosa operación  militar que buscaba recibir los presos políticos canjeados, los que deberían ser liberados en el Parque Duarte de la zona colonial a una hora de la mañana escogida, pero el gobierno se negó a permitir que los presos políticos fueran liberados en ese lugar y aceptó la salida al exilio de los prisioneros políticos, entres los que viajarían Maximiliano Gómez y otros altos dirigentes del MPD. Para finalizar la crisis creada con el secuestro, el coronel americano fue liberado en el patio del Seminario Santo Tomas de Aquino. Conocida la liberación, los izquierdistas canjeados salieron hacia México.  El 2 de abril el coronel Donald J. Crowley viajó hacia Washington, regresando semanas después para identificar a los acusados de su secuestro.
Faltaban semanas para las elecciones generales de mayo y la tensa situación política preveía la no participación en las mismas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el Movimiento de Integración Democrática (MIDA), el PQD, el Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC), y otras organizaciones de derecha. Al mismo tiempo se promovía una huelga general, mientras tropas militares recorrían las calles y ocupaban con tanques de guerra la Ciudad Universitaria de la UASD. Faltando semanas para las elecciones regresó al país el Profesor Juan Bosch, quien había salido hacia España en 1966. Balaguer se perfilaba como triunfador en el certamen electoral, pues tenía el control del Estado y del aparato electoral y militar, lo que garantizaba la continuidad de su gobierno.
Electo Balaguer en unas fraudulentas elecciones, comenzó la desbandada de los opositores, mientras sectores de izquierda esperaban, esperanzados, el regreso de Caamaño encabezando un movimiento guerrillero. Los meses posteriores a las elecciones fueron marcados por el asilamiento en embajadas, principalmente la de México, de líderes opositores, y el MPD comenzaba a enfrentarse de manera violenta con el PACOREDO, lo que debilitaba sus fuerzas y lo hacía alejar de su propósito principal que era el derrocamiento de Balaguer.
La Policía anuncia “resolvió el Caso Crowley”
El  9 de junio de 1970 la Policía informó que resolvió el caso del secuestro Crowley,  mostrando “las pruebas”  y explicando  que los secuestradores utilizaron la casa de uno del MPD. El entonces jefe de la Policía, Rafael Guzmán Acosta, acusó del hecho  (véase Ultima Hora, 9 de junio 1970, p.4), a: Héctor Antonio Ortiz Jaquez, Rafael Luna Cabrera, Rafael Francisco Taveras Rosario, Amín Abel Hasbum, Ivonne Altagracia Payano Chevalier, Manuel de Jesús Checho Loubriel, Julio Amaury Justo Duarte, Héctor Rafael Justo Duarte, Bartolomé Arias Muñiz o Manuel Antonio Muñiz, Otto Morales y un ingeniero conocido como Pedro “de quien se dijo vivía en el sector de Gazcue”. De todos estos, fueron apresados Ortiz Jaquez, Luna Cabrera, Ivonne A. Payano y los hermanos Justo Duarte (quienes luego pudieron demostrar que no estaban vinculados al secuestro).  Estaban libres y siendo perseguidos: Arias Muñiz, Otto Morales, Fafa Taveras, Amín Abel, el ingeniero “Pedro”, y Checo Lubriel.  La PN acuso de ser los líderes del secuestro a Ortiz Jaquez,  Amín Abel, Rafael Luna Cabrera, Fafa Taveras, Checo, y Otto Morales.
Las investigaciones fueron dirigidas directamente por el coronel Luis Arzeno Regalado y el mayor Leónidas Herasme Díaz.  Junto al MPD la Policía también  acusó a la agrupación Voz Proletaria y a la Línea Roja del 14 de Junio, y destacó que Otto Morales dirigió de manera directa el secuestro. El 10 de junio Rafael (Fafa) Taveras Rosario fue detenido en Santiago mientras viajaba en un carro. La madre de Héctor Ortiz, Doña Catalina Ortiz, se suicidó ahorcándose con el cordón de una plancha.
La persecución de los implicados se redobló y fueron hechas públicas las denuncias de que los perseguidos podían ser asesinados. El 1 de julio fue sustituido como jefe de la Policía el General Guzmán Acosta y en su lugar fue nombrado el general Osiris Perdomo.  El 9 de julio una comisión de familiares de los perseguidos, encabezada por Magaly Pineda (esposa de Fafa Taveras) denunció un “plan para asesinar a los implicados en el secuestro” y  responsabilizaron al  coronel  Luis Arzeno Regalado, jefe del departamento del Servicio Secreto de la Policía Nacional, de lo que pudiera pasarle a sus familiares.
La represión iba en incremento y a mediados del mes de Julio el Profesor Juan Bosch denunció la existencia de la organización terrorista de derecha conocida como La Mano, y acusó a sus miembros de ser responsables de varios atentados contra políticos de la oposición. El 16 de julio fue asesinado Otto Morales, el Secretario General del MPD. Otto había sido apresado por la Policía en la residencia del decano de la Facultad de Ingeniería de la UASD, profesor arquitecto René Sánchez Córdoba, hecho que llevó a declarar al doctor José Francisco Peña Gómez (véase el periódico Ultima Hora del 22 de julio),   que la muerte del izquierdista tuvo relación con actividades de la CIA. Otto era el principal acusado del secuestro del coronel Crawley. El 24 de septiembre, día de Las Mercedes, fue asesinado por la Policía el principal dirigente del MPD en el país, el Ingeniero Amín Abel Hasbum, a quien la policía acusaba de ser de los responsables del secuestro.
El 23 de mayo de 1971 fue asesinado en Bruselas, Bélgica y de manera misteriosa, Maximiliano Gómez, El Moreno, quien era el máximo líder del MPD.  El  7 de julio del mismo  año, temprano en la mañana, cayó acribillado Roberto Figueroa, mejor conocido como Chapó, quien al momento de su muerte era el  máximo dirigente del MPD. Chapó fue asesinado mientras caminaba por la zona colonial, próxima a la calle El Conde. Con esta última muerte el MPD entró en una crisis que llevó a esa organización a la lucha interna, el enfrentamiento con otras organizaciones de izquierda y al  desmembramiento en pequeñas organizaciones sin influencia en los movimientos sociales de la época.


domingo, 21 de septiembre de 2014

Doña Renee: dignidad hecha mujer

Doña Renée pasó por el poder revestida de dignidad y modestia
Por JUAN BOLIVAR DÍAZ
juanbolivardiaz[@]gmail.com 
Corrían los primeros meses del Gobierno de Antonio Guzmán Fernández cuando un lunes temprano, al llegar a mi oficina en la dirección de El Sol, recibí una llamada de la primera dama doña Renée Klang. Sospeché que quería hablarme sobre el comentario que encabezaba la columna “Cosquillitas”, la más leída del espléndido momento por el que atravesaba el diario que había encarnado la lucha por la transición democrática en 1978. Se decía que la esposa del presidente había repartido dinero en un acto público celebrado el día anterior en San Francisco de Macorís, y se preguntaba si ella repetiría la degradante y sistemática práctica de doña Enma Balaguer.
Eramos coherentes al formular la denuncia, ya que lo habíamos hecho sistemáticamente cuando la repartidora era la hermana del presidente Balaguer, sobre todo en la campaña electoral de ese año. Me sorprendió que, con su habitual amabilidad, doña Renée me preguntara si teníamos prueba de que ella repartió dinero. Le dije que había dado crédito al reportero y al fotógrafo que cubrieron el acto, pero como ella insistió en saber si teníamos prueba le prometí que conversaría con los reporteros y le volvería a llamar.
Ambos eran periodistas de experiencia. Y reiteraron que la vieron repartir, por lo que pregunté por la fotografía. La respuesta: “la verdad es que levanté la cámara para tomar la foto, pero como estaba tan cerca la sonrisa y la mirada de doña Renée me congelaron. Sentí que ella, sorprendida de su propia acción, me imploraba un chance”. Entendí entonces el empeño de la primera dama en preguntarme si teníamos prueba del reparto, y al llamarla de nuevo le informé, no sin cierta sorna, que efectivamente no teníamos prueba, ya que el fotógrafo fue disuadido por su sonrisa y no tomó la foto, Y quedamos amigos para siempre. Ella sabía que esa práctica no sintonizaba con su dignidad y jamás volvió a repartir dinero en actos públicos durante sus cuatro años en el Gobierno.
No tendría la misma suerte con el presidente Guzmán, quien pronto comenzó a disgustarse con nuestro periodismo contestatario, inducido por los tradicionales anillos palaciegos que creían que las coincidencias en el tránsito democrático implicaban compromiso partidista o personal. Por ejemplo, nunca entendieron que el periódico denunciara los aprestos reeleccionistas y compras de conciencias iniciadas por algunos en contradicción con el planteamiento enarbolado durante décadas por el Partido Revolucionario Dominicano. Antonio Guzmán se negó a asistir a la inauguración de El Nuevo Diario que casi todos los periodistas de El Sol fundamos en 1981.
Doña Renée nunca tuvo confrontaciones y pasó por el poder revestida de dignidad y modestia. Fundó el Consejo Nacional para la Niñez, y tras salir del Gobierno siguió prestando su concurso a la protección de los niños y niñas desvalidas, sin utilizarlos políticamente.
Guzmán fue víctima de los que siempre trafican vendiendo la convicción de que el presidente es insustituible, o que el poder es para usarlo, que no se cede, que es para siempre. Creerles fue su mayor error político y personal, porque la mayoría perredeísta sostuvo la no reelección y él terminó tan frustrado que no pasó la descompresión del poder y prefirió poner fin a su vida.
Esta mujer, mezcla de francés y brasileña, nacida en Venezuela y dominicanizada desde los 15 años, afrontó el trágico drama con la serenidad y la dignidad que le caracterizó. Ni don Antonio ni ella lo merecían. Él hubiese podido volver en circunstancias más propicias. Tendría para siempre el mérito de haber iniciado con valor y firmeza la transición de la nación a la democracia, en un período de precariedades, cuando se iniciaba la “década perdida de América Latina”. Por eso, por su honradez personal en el manejo de los recursos del Estado, por su equilibrio y sencillez, el pueblo lo recuerda con gratitud.
Ella ya había pasado por otra tragedia cuando en 1970 un accidente automovilístico le arrancó a su único hijo varón. Pero nunca renegó ni perdió sus esencias de mujer sensible, discreta, inteligente y sencilla, todo lo cual la revestía de una dulce majestuosidad. Ahora que se han apagado las últimas luces de una hermosa vida de 97 años, debemos rendir tributo a esta dignidad hecha mujer.