Francisco del Rosario Sánchez
Francisco Sánchez del Rosario
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Años de servicio
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1837-1861
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Lealtad
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Participó en
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Nacimiento
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Fallecimiento
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Ocupación
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Abogado, político, militar
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Francisco del
Rosario Sánchez1 (9 de marzo de
1817-4 de julio de 1861), fue un abogado, político y activista dominicano. Es considerado,
junto a Juan Pablo Duarte y Matías
Ramón Mella, uno de los Padres
Fundadores de
la República
Dominicana.
Sánchez, líder y
estratega político de la guerra dominicana contra la ocupación haitiana, tomó las riendas de la
lucha tras la ausencia de Duarte y proclamó la independencia en la Puerta del Conde el 27 de febrero
de 1844.
Su convicción a
favor de la libertad del país y su oposición contra la anexión propuesta por Pedro Santana, le
costó varios exilios y la muerte el 4 de julio de 1861.
Su visión por la
causa independentista fue coincidente con ciertos objetivos del republicanismo del Siglo de las Luces.
Familia y primeros
años
Sánchez nació en
Santo Domingo el 9 de marzo de 1817. Sus padres fueron Narciso Sánchez Ramón, y
Olaya del Rosario de Belén (hija de Raimundo del Rosario y de María Altagracia
de Belén Fernández),2 que no estaban
casados en el momento de su nacimiento. Sánchez fue el primogénito de once
hermanos, de los cuales Socorro Sánchez se destacó como periodista.
Su educación
estuvo primero guiada por su madre y después por el cura peruano Gaspar
Hernández, quien fortaleció el espíritu patriota de Sánchez. Aunque su actitud
también venía de su padre quien formó parte de un movimiento para expulsar a
los haitianos del territorio dominicano. De formación Autodidacta, llegó a
dominar el francés y el latín. Adquirió
apreciable cultura y sus defensas como abogado fueron notables.
Sánchez tuvo
hijos con varias mujeres, siendo la primera Felícita Martínez, con quien
procreó a Mónica. Algunos años más tarde procreó con María Evarista Hinojosa a
María Gregoria (Goyita). Luego, con la curazoleña Leoncia Leydes Rodríguez tuvo
a Leoncia. Más tarde con Mercedes Pembrén Chevalier procreó a Petronila.
El 4 de abril de
1849 contrae matrimonio con Balbina de Peña Pérez, con quien procreó a Juan
Francisco y Manuel de Jesús. Su hijo Juan Francisco fue Ministro de Hacienda en
el gobierno de Ulises Heureaux y formó parte
del gabinete de gobierno del también presidente Carlos Morales Languasco.
Suplente de Duarte
En 1843, Duarte
se exilió en Curazao por temor a ser
apresado y Sánchez asumió la dirección del movimiento independentista «La
Trinitaria» donde presidió las reuniones del grupo y amplió contactos con
representantes del sector social más importante de la ciudad, con la
colaboración de Mella. A principios de enero de 1844, Sánchez redactó un
manifiesto, el cual fue publicado el 16 de ese mes. El 24 de febrero los
trinitarios eligieron a Sánchez, comandante de armas con el rango de coronel.
Liderazgo y
declaración de independencia
Sánchez
es recordado por haber izado la dominicana
frente a la Puerta del Conde, en
el momento de la declaración de la independencia
Si bien fue un
educado autodidacta y llegó a aprender latín y francés por sí mismo, es
recordado sobre todo como hombre de acción. Sánchez tomó el liderazgo
revolucionario y pasó a ser el principal impulsor del movimiento
independentista, aunque permaneció en contacto con Duarte a través de sus
familiares. El 27 de febrero de 1844, justo antes de la proclamación de la independencia, Sánchez fue elegido por sus
pares de La Trinitaria "Comandante
en Armas" y presidente de la Junta Gubernativa de la naciente república.
Más tarde esa noche, los rebeldes dirigidos por él tomaron la Puerta del Conde y después de
escuchar el "trabucazo" de Mella,
izó la dominicana
vociferando el lema ¡Dios,
Patria y Libertad! En ese momento quedó fundada
la República Dominicana.
Exilios y lucha
contra los intentos de anexión
En abril de 1855
fue enviado al exilio en Curazao y regresó en agosto de 1856. Los ideales
independentistas de Sánchez se vieron tirados al suelo cuando Pedro Santana
buscó con la Anexión
a España un
protectorado económico y militar. Sánchez manifestó su oposición a las
gestiones de Santana y en agosto de 1859 fue encarcelado por su oposición a las
mismas. Por tercera vez, en septiembre, fue enviado al exilio en Saint Thomas.
Desde su exilio
y sin recursos económicos mantuvo sus ideales de lucha contra la potencial
anexión. Apeló por la unidad de todos los dominicanos y viajó hacia Haití e intentó
convencer al presidente haitiano Fabre Geffrard para que le
apoyara en un proyecto de invasión al territorio
dominicano con la finalidad de evitar la posible anexión de la nueva nación a
España.
Retorno y vida
política
A su regreso del
exilio, Sánchez comenzó su vida política y ocupó importantes posiciones en los
gobiernos de Jiménez, Santana y Buenaventura
Báez. Nombrado fiscal ante el Tribunal de Apelación de Santo
Domingo fue
quien llevó la acusación contra Antonio
Duvergé en
el primer juicio que le hizo Santana. A partir de entonces pasó a ser defensor
público y recibió una licencia de la Suprema
Corte de Justicia para
ejercer.
Captura,
fusilamiento y legado
El 1 de junio de
1861, Sánchez penetró a territorio dominicano al frente de una expedición
cruzando por Hondo Valle,
Vallejuelo y El Cercado donde cayó en
una emboscada y fue herido en
la ingle. Sánchez y su grupo de rebeldes fueron
capturados y trasladados a San Juan de la Maguana, donde fueron juzgados y
condenados a muerte. En el juicio, Sánchez exclamó: "Para
enarbolar el pabellón dominicano fue necesario derramar la sangre de los
Sánchez, para arriarlo se necesita también la de los Sánchez".
Murió fusilado el 4 de julio en
el cementerio de San Juan de la Maguana, a los 44 años de edad.
Está enterrado
en el mausoleo Altar
de la Patria, junto con Duarte y Mella, en el mismo lugar donde se
proclamó la independencia.
Sánchez es
recordado como fundador y dos veces prócer de la República. Está considerado
por algunos historiadores como el verdadero padre de la nación Dominicana, al
asumir la condición de líder del movimiento independentista tras el exilio de
Juan Pablo Duarte, días antes de la proclamación de independencia.
La Orden al
Mérito de Duarte, Sánchez y Mella está nombrada parcialmente en su honor.
Francisco del Rosario Sánchez
(Santo Domingo, 1817 - San
Juan de la Maguana, 1861) Político y líder independista dominicano, considerado
uno de los Padres de la Patria. Miembro de «La Trinitaria», sociedad secreta
separatista, en 1844 lideró un alzamiento contra Haití y el 27 de febrero de
ese año proclamó la independencia de la República Dominicana. Al igual que
otros trinitarios, fue apartado del poder y desterrado una vez alcanzada la
independencia. Con la amnistía de 1848 pudo regresar al país, y a lo largo de
la siguiente década desempeñó diversos cargos públicos. En 1861 entregó su vida
en la lucha para evitar la anexión de la República a España.
Biografía
Hijo de Narciso Sánchez y
Olaya del Rosario, recibió de su madre la enseñanza elemental y aprendió el
oficio de "peinetero". Luego estudió latín y filosofía con don
Nicolás Lugo, estudios que continuaría con el padre Gaspar Hernández, sacerdote
peruano emigrado a Santo Domingo y reconocido anti haitiano. En este período
conoció a Juan Pablo Duarte, quien, junto a otros jóvenes, asistía a las clases
del sacerdote. En 1838 se integró en La Trinitaria y pronto empezó a
distinguirse por su laboriosidad y decisión.
Francisco del Rosario Sánchez
Diversos antecedentes
históricos hicieron de la independencia de la República Dominicana un proceso
sumamente complejo. La isla de Santo Domingo (llamada antiguamente la Española)
estuvo bajo dominio español desde los tiempos de Colón. A finales del siglo
XVII, sin embargo, la corona española cedió a Francia la mitad occidental de la
isla, es decir, el actual Haití. Dos siglos después, en virtud del Tratado de
Basilea (1795), toda la isla pasó a manos de los franceses, aunque por poco
tiempo. A principios del siglo XIX, dos décadas de luchas y convulsiones
conducirían a la consolidación de la independencia y a la unificación de la
isla: desde 1822, el presidente Jean Pierre Boyer gobernaba toda la isla de
Santo Domingo, que pasó a llamarse Haití.
El
objetivo de la sociedad secreta La Trinitaria, fundada en 1838, era la
independencia de la antigua parte española; a diferencia, pues, de otras
colonias, no había que enfrentarse a una metrópoli europea para conseguirla,
sino a la dominación de una ex colonia que había alcanzado su independencia:
Haití. Bajo la inspiración de su líder intelectual, Juan Pablo Duarte,
los miembros de La Trinitaria difundieron sus ideas, que calaron lentamente en
la sociedad dominicana.
Entretanto, los elevados
impuestos dictados por el gobierno habían mermado drásticamente la popularidad
del presidente Boyer, que fue derrocado en 1843 por Charles Rivière-Hérard. Los
trinitarios vieron en esa transición una oportunidad, pero sus tentativas
fueron de inmediato reprimidas por Hérard. El celo y determinación que
Francisco del Rosario Sánchez había mostrado en sus labores en La Trinitaria le
permitieron dirigir el movimiento cuando Duarte hubo de exiliarse debido a las
persecuciones desatadas contra él por los haitianos.
Reunión de La Trinitaria
Las razones principales por
las que se reconoce a Francisco del Rosario Sánchez como Padre de la Patria
radican, principalmente, en sus méritos como trinitario y en haber leído la
proclama que declaraba el nacimiento de la República Dominicana. El 27 de
febrero de 1844, Sánchez fue el encargado de leer la declaración en el baluarte
de San Genaro (hoy puerta del Conde). Presidió luego el gobierno provisional
(la Junta Central Gubernativa), hasta ser desplazado por Tomás Bobadilla.
Con
la llegada a la presidencia de la flamante República del terrateniente
conservador Pedro Santana (1844-1848), cuyas tropas habían
logrado en marzo rechazar un ataque haitiano, los trinitarios quedaron
apartados del poder, y Francisco del Rosario Sánchez, al igual que Juan Pablo
Duarte y Ramón Matías Mella,
hubo de partir al exilio. Con todo, la independencia quedó consolidada, y bajo
la presidencia de Manuel Jiménez (1848-1849) se decretó una amplia
amnistía que permitió a Sánchez regresar al país y desempeñar importantes cargos
públicos.
La anexión a España
Durante
la corta vida de esta Primera República Dominicana (1844-1861), Pedro Santana
accedería a la presidencia en otras dos ocasiones. Al final de su último
mandato (1858-1861), Santana resolvió anexionar la República a España. Era un
modo de detener la permanente amenaza de Haití, que había intentado
repetidamente invadir el país, pero también de mantenerse en el poder, pues
aceptó a cambio el cargo de gobernador de la Provincia española de Santo
Domingo. Esta decisión desataría la Guerra de Restauración (1863-1865), que
enfrentó a los defensores de la anexión con los independentistas o restauradores (pues
su objetivo era restaurar la Primera República).
Además de Padre de la Patria
por su papel en la proclamación de la independencia en 1844, Francisco del
Rosario Sánchez fue un precursor del movimiento restaurador. En 1859, sus
divergencias con Santana le habían costado la prisión y un nuevo exilio, desde
el que Sánchez comenzó a preparar la lucha contra la más que previsible anexión
a España, que fue solemnemente proclamada en la capital dominicana el 18 de
marzo de 1861. Con las manifestaciones de apoyo impulsadas por el gobierno de
Santana se intentó ocultar un descontento que se hizo visible poco después,
cuando, el 2 de mayo, estalló en Moca un levantamiento en armas encabezado por
José Contreras.
Firmemente determinado a restaurar la República, el 1 de junio de 1861, tres
meses y medio después de consumada la anexión a España, Francisco del Rosario
Sánchez entró a territorio dominicano en compañía de José María Cabral y otros.
Su intentona duró poco más de un mes: víctima de una traición, fue capturado en
una emboscada y fusilado en San Juan de la Maguana el 4 de julio siguiente,
junto a una veintena de compañeros de armas.
Fallecía así a manos de sus
conciudadanos un luchador insobornable, cuyos elevados ideales patrióticos
perduran en su producción escrita. El 20 de enero de 1861, cuando era evidente
que Pedro Santana y los suyos entregarían la soberanía del país, Sánchez lanzó
una proclama en la que afirmaba: "Pero si la maledicencia buscare
pretextos para mancillar mi conducta, responderéis a cualquier cargo diciendo
en alta voz, aunque sin jactancia, que yo soy la bandera dominicana".
Antes, el 16 del mismo mes, había justificado lapidariamente su lucha en una
carta a Damián Báez: "Mi patria está vendida. Esto basta".
Sánchez glorioso, varón ilustre,
que no supiste jamás hollar,
los sacros fueron del patriotismo,
que levantaron el patrio lar.
que no supiste jamás hollar,
los sacros fueron del patriotismo,
que levantaron el patrio lar.
Tú que juraste morir de hambre,
antes que siervo comer un pan,
y lo cumpliste cuando tu cuerpo,
de muerte herido cayó en San Juan.
Tú que en los labios siempre tuviste,
fiero anatema para el Traidor,
que malograra La Patria hermosa,
por la que dieras vida y honor.
Derecho tienes a que elevemos,
en tu memoria cantos de amor,
ningún soldado fue más glorioso,
nadie ha luchado con más valor.
Cuando miramos llenos de orgullo,
la patria enseña, con qué fruición,
pensamos todos que representa,
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