La Escuela de las Américas, fundada por los Estados
Unidos en la zona del canal de Panamá en el año de 1946 sirvió como centro de
entrenamiento y adoctrinamiento para miles de militares de los diferentes
países Latino Americanos. Los mas crueles y sádicos torturadores, criminales,
asesinos sin escrúpulos, fueron formados en esta escuela. Pero también muchos
hombres honestos, patriotas que en determinados momentos de su vida pusieron en
alto su honor y su patria y no vacilaron en enfrentar política y militarmente a
los que pisoteaban sus patrias y su banderas.
La Guerra Fría, iniciada por aquel famoso discurso de Winston Churchill en
Westminster College en Fulton, Missouri el 5 de Marzo de 1946, en el cual dijo,
entre otras cosas: “Desde Stettin, en el Báltico, a Trieste, en el Adriático,
ha caído sobre el continente un telón de acero”. Se refería a la Europa del
Este ocupada por el ejército rojo. Este discurso fue el escenario propicio y
telón de fondo para el entrenamiento militar, político e ideológico de los
jóvenes que iban ha estudiar a esa academia. El anticomunismo rabioso, el
recelo contra todo el que osara hablar de libertad, justicia social, reforma
agraria, derecho a la sindicalización y otros, eran motivos mas que suficientes
para ser considerados subversivos peligrosos, propensos a ser eliminados o
puestos fuera de circulación en una cárcel, en el exilio o el cementerio.
Todo joven Latino Americano, enviado a estudiar a este centro de formación
militar era entrenado en técnicas de combate, tácticas de comando, inteligencia
militar, técnicas de tortura física y sicológica, así como técnicas de
contra-insurgencia, propaganda y contra-propaganda.
En sus más de sesenta anos, esta escuela se encargó de entrenar a los que
harían el trabajo sucio al imperio. Centenares de soldados de los diferentes
países latinos volvían a sus respectivos pueblos, militarmente entrenados e
ideológicamente motivados para servir, no a su patria, sino a quienes los
habían formado política, militar e ideológicamente es decir, a sus amos
imperiales.
En las décadas de los sesenta y setenta en cada asonada militar, en cada
intento de golpe de estado contra los gobiernos democráticamente electos que no
siguieran al pie de la letra la política trazada por Washington en América
Latina, y el resto del mundo, se utilizaban a los militares amigos que habían
sido adiestrados en la Escuela de las Américas del Canal de Panamá, para que
alguno de ellos apareciera como el líder del golpe en gestación .
Para el derrocamiento se seguía un libreto. Primero se satanizaba al
presidente, haciéndolo victima de todo tipo de acusaciones, se les cortaban los
créditos internacionales al país para crear una situación económica
insostenible que a su vez creara desconfianza y malestar político interno entre
los ciudadanos del país que habían elegido ese gobierno. Igualmente se iban
preparando las condiciones para el pronunciamiento cívico-militar y la
instalación de un gobierno dirigido por militares o por civiles o ambos grupos
a la vez.
Esas conspiraciones, en las que participaban activamente la embajada Norte Americana,
los asesores militares gringos y los militares latinos graduados en esa escuela
del Canal de Panamá, eran la mayoría de las veces descaradamente hechas
publicas, filtrando entre algunos amigos de la prensa un supuesto o real
malestar en las fuerzas armadas. .
Los golpes de estado en Sur América fueron particularmente crueles e inhumanos,
solo comparable a la actuación de los nazis en la segunda guerra mundial. Basta
mencionar el de Videla en Argentina, contra la presidenta Maria Estela de
Perón. Este golpe tuvo características genocidas pues los generales golpistas
se dieron a la tarea de eliminar físicamente o a hacer desaparecer a una
generación completa de jóvenes, mas de treinta mil entre los 17 y los 40 años
de edad.
En Chile, con el derrocamiento del gobierno del presidente mártir Salvador
Allende y la Unidad Popular, aplicaron la misma receta usada en la Argentina.
Miles de muertos, cientos de desaparecidos y decenas de miles de exiliados
junto con la violación sistemática de los mas elementales derechos humanos.
La doctrina de la seguridad nacional, la cual establecía que los ejércitos
Latino Americanos, tenían como misión garantizar el orden interno, protegiendo
al país de aquellas ideologías, partidos, agrupaciones o movimientos sociales que
dentro de cada país pudieran simpatizar con el comunismo, socialismo o
cualquier ismo que no fuera el capitalismo.
Esta doctrina dio legitimidad a la violación sistemática de los derechos
humanos y a los golpes de estado y asonadas militares. Todos los crímenes
estaban justificados por esta doctrina, la desaparición forzosa de ciudadanos,
las torturas mas horribles contra los detenidos, sin importar su sexo, y en el
caso de las mujeres si estas estaban o no embarazadas. Todo en nombre de la
democracia y la libertad.
Hay una ley de la dialéctica que nos enseña que nada es absolutamente tan malo
que no tenga algo bueno y otra que nos dice que todo lo que se hace reproduce
su contrario. A pesar de los esfuerzos sistemáticos de los organismos de
inteligencia de los Estados Unidos, como la CIA, la doctrina de la seguridad
nacional de la Escuela de las Américas, los asesores militares y todos los
mecanismos creados para hacer cada día mas serviles a las Fuerzas Armadas de
nuestros países, muchos militares se han rebelado contra su propio
adoctrinamiento.
A los Estados Unidos les ha sido imposible evitar que en Latino América hayan
surgido del seno de esas fuerzas armadas creadas por ellos, hombres que han
sido capaces de tomar el poder mediante golpes de estado o participando en
elecciones y hacer los gobiernos mas progresistas que ha conocido la historia
de nuestros países y como ejemplo está el gobierno de Jacobo Arbenz quien era
un militar de carrera en Guatemala y en 1957 tomó el poder, convocó a una constituyente
para darle a ese país una de las constituciones mas avanzadas que se hubiese
aprobado jamás en este continente, decretó una profunda reforma agraria,
enfrentando a la United Fruit Company y la Iglesia católica. Fue derrocado por
un complot dirigido por la oligarquía guatemalteca, la CIA y naturalmente la
United Fruit.
Uno de esos gobiernos dirigidos por militares y que tomó medidas realmente
revolucionarias para acabar con el poder de la oligarquía de su país fue el de
Velasco Alvarado en el Perú, quien derrocó a Fernando Belaúnde en 1968, dando
inicio al proceso que denominó como el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas
Armadas, poniendo en práctica una profunda reforma agraria y una reforma
educativa progresista.
Nacionalizó las empresas petrolíferas pertenecientes a compañías Británicas y
estadounidenses. Reformó la banca, el poder judicial, la minería y la
industria, todo en aras de que hubiese en cada medida tomada una profunda
participación popular.
La prensa escrita, radial y televisiva que controlaban cuatro familias fue
estatizada y entregadas a organizaciones de masas. Esta última medida le
granjeó el odio de los dueños de esos medios que aún hoy no le reconocen ningún
merito a Velasco Alvarado y cuando suelen referirse a él lo hacen en los
términos mas hirientes y despectivos. Este bello ensayo fue abortado por una
conspiración encabezada por el primer ministro de su gobierno, el general
Morales Bermúdez apoyado, por la oligarquía peruana, la iglesia católica y la
embajada Americana. Este general revirtió todas las medidas progresistas que
Velasco Alvarado había tratado de implementar. Un grave error de Velasco
Alvarado fue no haber construido un aparato político que diera apoyo a las
medidas de carácter social que había tomado desde el gobierno.
La lista de militares que han dirigido gobiernos progresistas y tomado medidas
revolucionarias en Latino América seria interminable y este articulo se haría
demasiado largo, pero no debemos dejar de mencionar al general Lázaro Cárdenas
en México quien nacionalizó la industria petrolera de ese país, así como
también seria injusto no mencionar al panameño Omar Torrijos, que logró que el
canal pasara a ser propiedad de los panameños.
De igual modo debemos referirnos al general Juan Domingo Perón de la República
Argentina quien en los gobiernos que presidió en ese país tomó medidas que
favorecieron a las grandes masas de obreros y campesinos que todavía hoy siguen
sus ideas.
En esta mención de grandes y honestos lideres militares latinos no debemos dejar
de referirnos al capitán del ejército brasileño Luis Carlos Perthes -el señor
de la esperanza-presidente del partido comunista brasilero, que aunque no llegó
a tomar el poder gozó y goza de mucho respeto en su país y de todos los que
conocieron sus luchas y desvelos.
No todos los militares que hemos mencionados estudiaron en la escuela de las
Américas, pero todos de una forma u otra estuvieron en contacto o con la
Embajada Americana o con el cuerpo de asesores militares. Es decir, por algún
lado tenían contactos con los conceptos e ideas que defendía la escuela de las
Américas. Mas no obstante estos militares fueron capaces de desarrollar sus
condiciones patrióticas y revolucionarias a contrapelo del interés imperial por
mantenerlos sumisos y obedientes.
Otro caso que nos concierne es el del coronel dominicano Francisco Alberto
Caamaño, quien se forjó como líder revolucionario y anti-imperialista en el
fragor de una lucha popular por la reposición del gobierno de Juan Bosch
derrocado por órdenes de la embajada Americana y la anuencia de la oligarquía
dominicana y la iglesia católica, que devino en una guerra patria cuando los
militares constitucionalistas liderados por él se enfrentaron a las tropas
invasoras yanquis que desembarcaron en Santo Domingo el 28 de Abril de1965.
Este coronel dominicano fue egresado de una de las academias militares de Norte
América.
Por ultimo, sin dejar de nombrar a Carlos Prats del Chile de Pinochet y al
boliviano Juan José Tórrez. Está el coronel venezolano Hugo Chávez Frías, quien
ha dividido la historia de América Latina y el mundo en dos grandes momentos,
la que se escribió antes de su arribo al poder y la que se ha escrito después.
Él ha demostrado que no es el fin de la historia como diría Fukuyama ni tampoco
las guerras serán entre civilizaciones de acuerdo con la teoría de Huntington.
Este coronel ha demostrado que la historia de los pobres recién comienza y ha
dicho claramente que la solución de sus problemas está en el socialismo, el
cual ha denominado como el Socialismo del Siglo XXI y las llamadas guerras de
civilizaciones no son mas que las guerras imperiales por el control de las
materias primas y los recursos minerales y energéticos de los países
emergentes.
El pueblo venezolano nueva vez votó masivamente por el proyecto político que él
representa y defiende. Un poco más del 55% de los y las venezolanas le
apoyaron, le quieren y respetan. En los cinco continentes, tanto los
adversarios como los partidarios, vivieron el proceso electoral como el suyo
propio. El derrotero que seguiría el mundo dependía de esas elecciones y una
vez mas quedó demostrado que el epicentro de las contradicciones entre la nueva
sociedad, que él define como el Socialismo del Siglo XXI y el capitalismo
decadente, está precisamente en Venezuela y en la persona de Hugo Rafael Chávez
Frías, líder indiscutible de ese proceso revolucionario.
Este artículo tratar de rendir un humilde homenaje a los hombres de uniforme,
quienes han sabido poner en alto su patria y hecho grandes esfuerzos para sacar
a este continente del atraso y la miseria, a que lo han sometido quinientos
anos de explotación por todos los imperios que han existido y ojalá sirva para
que dentro de las fuerzas del cambio se comience a mirar a estos hombres con
otra visión y otro enfoque, no todos son Pinochet.
El autor es: militante revolucionario dominican0
ragoza1948@gmail.com